martes, 15 de junio de 2010

9-Apiuntón
Una humareda negra surgió cerca del estanque. De ella salió un ser con una mascara aterradora, que solo le cubría los ojos, y una enorme cicatriz que se perdia en la oscuridad. Aquella figura dió un paso hacia la hierba y yo,aún tumbada, agradecí que los juncos de mi alrededor fuesen tan largos como para poder esconderme y aproveche aquella oscuridad. Intenté no hacer ningun sonido y silencié el sonido de mi respiración. Noté sus pesados pasos y escuché lo que decía:


-E 'il momento. Infine voglio vincere questa battaglia e rimuovere la gara una volta per tutte. E così il regno di Apiuntón regno sulla terra.


Aquel ser rió con una risa terrible y maligna. Cuando ya no le oí cerca de mi, me levanté y eche a correr en dirección al bosque. De pronto oí el zumbido de algo que venía a gran velocidad. Me dí la vuelta y vi que me estaban lanzando bolas de fuego. De nuevo, eche a correr y me oculte tras uno de los arboles. Sentía como el fantasma del miedo se apoderaba de mi.

-¿Qué hago?,¿qué hago?-me dije a mi misma.

Entonces llegué a la conclusión de que ya era hora de probar mis poderes.

-Espero que funcioné o sino seré Blanca a la parrilla.

Mi contrincante se estaba acercando, con pasos lentos, al lugar donde yo estaba. Me planté , de un salto, delante de él y levanté la mirada hacia él. Al verlo me dí cuenta de que no era el malavado Apiuntón. él se acercó un poco más. No me podía creer lo que estaba viendo: mi oponente era, en realidad, Marco. Lo supe con solo mirarle a los ojos. Como podía ser todo esto.

-¿Marco?

-¿Blanca?

Resultaba que el chico, que había conocido por un atropello fortuito, resultaba ser mi cazador.

-No puedo. No puedo hacerlo.

-Marco,¿por que querias matarme?

-Blanca no soy quien tu crees.

-Así, pues entonces dime,¿quién eres?

-Blanca no te lo puedo decir. Me matarían si lo hiciese.

-Marco,casí me matas y ahora¿no me puedes decir el porque?

-Tienes razón.Te debo una explicación.

Miró al suelo y levanto la mirada, alos pocos minutos y dijo:

-Veras, hace 10 años conocí a un hombre de aspecto amable. Que me dijo que buscaba a un ayudante para su academia de artes marciales. Yo acepté, ya que me encantaban las artes marciales. Y cuando era demasiado tarde, me dí cuenta de que aquella academia ademas de dar artes marciales, también entrenaba para la lucha y enseñaba la utilización de la magia nitra. Durante ese tiempo me estuvo instruyendo aquel hombre llamado Apiuntón. Tanta confianza deposito en mi que hace dos años me nombró su sucesor. Me contó que nuestros enemigos eran una cruel familia de seres inmortales pero que él conocia la manera de matarlos. Y recientemente, aquel hombre dijo que en el bosque esta noche, aparecería una muchacha peligrosa. Que podía matarnos. Cuando te he visto, sin saber quien eras, disparé pero ahora no se que pensar. Es imposible que seas mala.

-Marco. Yo no soy mala ni tampoco mi linaje, ni los inmortales. Solo que Apiuntón se quiere apoderar del equilibrio que tanto protegemos. Si he de ser te sincera, descubrí que soy la última descendiente del linaje real, hace unos dias. Y la verdad, todo esto me parece una locura. Pero he visto y oido a Apiuntón y ahora entiendo por que sucede toda esta guerra. Ademas, no quiero hacerte daño.

-Ni yo a tí. Pero que hago.Si me vuelvo contra él me matará y si no lo hago tendría que matarte a tí. Y la verdad no lo quiero hacer.

De pronto se acercó ,unos pasos, a mí y me cogió de las manos. Notaba su aspereza y su calidez.¿Cómo podía, una persona como Marco, convertirse en un cruel asesino?. Yo no quería lucha contra él, ni él contra mí.

-Y ahora¿que hacemos?

-No lo se-dijo aún apresando mis manos entre las suyas.

Por unos momentos, un extraño sentimiento se acrecentó en mí. Y dije:

-Lo mejor va a ser que hagamos como que todo esto no ha pasado.

-Sí será lo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario